domingo, 1 de mayo de 2011

Capítulo 2: ¿Acaso estoy en el cielo?

...¡Ke mierda!!...¿Qué fué eso?, no, no mi auto...este no es mi día...apagaréel motor, paciencia Bill, aguanta un poco más...el idiota que te chocó tiene toooda la culpa...por favor...que no explote la bomba...inhala...exhala...creo que ya estoy un poco mejor...tomaré mis gafas, me las pondré, y bajaré a ver que tal quedó mi pobre auto.
Me bajé y caminé hacia la parte de atrás del auto...ese Jetta blanco me acababa de pegar, por suerte la defensa de mi BMW solo está aboyada y despintada...por eso amo mi auto, pero ese Jetta estaba más dañado, la defensa se cayó y a juzgar por las aboyaduras, creo que también se alcanzó a dañar el motor, de pronto, escuché la puerta del auto abrirse y voltee...¿Acaso estaba en el cielo?...porque ese era el ángel más hermoso que jamás haya visto, y creo que he sido recibido en este cielo por...¿Dogs unleashed?...bueno, es que esa era la canción que sonaba desde su auto, mientras esa hermosa chica se acercaba a mí, no pudo evitar derramar una lágrima mientras me decía:
-Como lo siento, te prometo pagar todos los daños, lo siento, en serio, soy una estúpida
-N...N...No te preocupes-¡Eres un pedazo de idiota! ¿Por qué coños te trabas? ¡Respira imbécil, te vas a desmayar!-¿T...te gusta t...Tokio Hotel?
-C...C...Claro, ¿a...a...t...t...í no?
Al menos no soy el único estúpido que se traba aquí
-¿como crees que no me va a gustar?, ...¿quién crees que soy?-lentamente me quité los lentes mientras ella se tapaba la boca con sus hermosas manos
-¡¡¡B...B...BILL KAULITZ!!! n...no pensé q...que fueras a ser tú, de verdad lo siento, no te reconocí, ¿Tu auto está asegurado?...bueno...es obvio, no creo que una súperestrella como tú no tenga asegurado su auto
-No te preocupes, si está asegurado, ya vuelvo, voy por los papeles al auto...
Fuí al auto y saqué de la guantera el legajo de la aseguradora, tomé mi celular, me volví a poner las gafas y salí, volví a voltear y ella estaba buscando en su auto, me recargué en mi BMW azul y la ví salir y comenzar a marcar desde su celular, por mi lado:
-Seguros Magdeburg, habla Catherine, ¿En qué puedo servirle?
Su voz se escuchaba cansada, obviamente estaba aburrida de atender llamadas toodo el santo día
-Disculpe, quisiera reportar un choque
estaba hablando en automático, no podía evitar pensar en ella, era verdaderamente hermosa, aun no sé su nombre, supongo que se lo preguntaré cuando colguemos el teléfono e intentaré platicar un rato mientras llegan las aseguradoras
-Un agente se dirigirá para allá cuanto antes
-gracias señorita
colgué y volví a mirarla, seguía hablando, dando casi los mismos datos que yo, mala suerte, no escuché su nombre...cuando colgó, se dirigió a mi y me dijo:
-Ya está Bill, ya vienen para acá, ¿qué te dijeron a tí?...-su voz era tan hermosa, tal vez cante mejor que yo, ¿O tal vez no?-¡BILL!
-lo siento, me distraje, ¿Qué me preguntaste?
-que, ¿Qué te habían dicho?
-ah, que ya venían para acá...quería preguntarte, ¿como te llamas?
-oh, lo siento, no me presenté, soy Adalia
-Mucho gusto, Adalia-Adalia, qué bonito nombre, le queda per-fec-to a una chica taan linda como ella-Y ¿Quién es tu miembro favorito de la banda?
-Tú, por supuesto, es que eres el más tieno, simpático-mientras hablaba no podía evitar sonrojarse-el más romántico-espera un minuto...¿me dijo romántico?...genial-además de que eres el más guapo del grupo-¿el más guapo?...¡PUNTO PARA BILL KAULITZ!, esta ya cayó, ¡SI!
-¿tú crees que yo sea así?
-claro
NO TE SONROJES..NO TE SONRO...¡maldita sea mi suerte!...ya me sonrojé...
-¿abes Adalia? te ves pálida, ¿Quieres un refresco?, creo que te hará bien después de tremendo susto
-Amm...sí, claro-creo que está embobada conmigo
-Está bien, ya vuelvo
Me dirigí al súper que está enfrente a la avenida en donde está el choque, abrí la puerta y me dirigí directamente a los refrigeradores que estaban al fondo, busqué los refrescos y tomé el primer par que me encontré, regresé a la caja y los pagué;mientras el cajero me daba mi tíket, miré a Adalia, quien no paraba de mirar una y otra vez la colisión; tomé el tícket y salí de ahí con los refrescos en la mano, al cruzar la avenida noté como se iba acumulando el tráfico por nuestro pequeño choque, llegué hasta donde estaba Adalia y le dí su refresco, los abrimos y dimos un gran sorbo.

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